Seis reglas no escritas del ambiente de trabajo (y cómo entenderlas)

Por Robert Half on 31 de octubre 2017

Cuando se comienza a trabajar en una nueva empresa, algunas cosas básicas son fáciles y rápidas de aprender, cómo llenar los informes con el formato correcto o cuáles son los procedimientos para agendar un viaje. Asimismo, después de una capacitación inicial, donde se explican y traspasan los valores, la misión y los beneficios de la compañía, sabrás también si se te permite llevar tu perro al trabajo, por ejemplo.

Sin embargo, hay una categoría de reglas que no está tan clara, incluso porque no está escrita en ningún lugar. Aun así, son normas que determinan cómo se hacen las cosas en aquel ambiente laboral.

La coach estadounidense Lea McLeod escribió un artículo recientemente mostrando seis cosas que todo profesional debería observar cuando comienza en un nuevo empleo:

1. Qué significa realmente flexibilidad

Aceptaste el nuevo trabajo, en parte, porque ofrece jornada flexible. Ok. Pero, ¿será que el ambiente laboral realmente permite este tipo de beneficios? O, en la práctica, ¿la gente siempre llega antes de las ocho de la mañana y se queda en la oficina hasta pasadas las siete de la tarde? ¿Alguien sale a mediodía para cortarse el pelo o comprar algo en la farmacia? Entender la dinámica de la oficina y lo que se espera de ti puede evitar problemas en los primeros días.

2. Cuando el día de trabajo realmente termina

Imagina que nadie sale de la oficina antes de las ocho de la noche. Solo tú tienes el hábito de llegar muy temprano -y por eso, claro está, tienes el derecho a irte antes-, pero nadie se fija en la hora en que comienzas a trabajar. Es recomendable ser precavido al inicio. Independiente de cuán productivo sea tu día, si regularmente te vas antes que los demás puede ser visto en forma incorrecta, como una actitud de flojera o ausencia. Lo más importante es entregar tu trabajo según lo esperado o, incluso, superando las expectativas. Y si continúas sintiendo la presión de tener que quedarte hasta tarde, tal vez la cultura de esa empresa no sea la mejor para ti.

3. Política de puertas abiertas

En el discurso, muchas empresas dicen que la puerta del CEO está siempre abierta y que es posible entrar a cualquier hora y compartir nuevas ideas. Pero la realidad puede ser diferente, incluso porque los CEO no siempre tienen minutos de sobra en sus apretadas agendas. Entonces, si tu empresa dice que tiene “política de puertas abiertas”, observa si alguien realmente la usa antes de golpear en la oficina del presidente.

4. Cuando se espera que los e-mails se respondan

Tu jefe suele mandar e-mails por la noche, diciendo que no necesitas apresurarte para responder. Sin embargo, luego te das cuenta de que al día siguiente ya están todos conversando sobre el correo de la noche anterior. Saber cuándo y cómo participar es importante. Aprovecha los consejos de los colegas.

5. Cómo vestirse

Al caminar por la oficina, observa cómo se visten tus compañeros. ¿No usan jeans ni polera? De cualquier forma, es importante que tu forma de vestir transmita confianza, creatividad y competencia. Con seguridad eso te ayudará en la manera como te percibirá el grupo.

6. Cuándo tomar vacaciones

Cada empresa define el balance entre trabajo y vida personal de una forma diferente. Según la ley, todo empleado tiene derecho a 15 días hábiles de vacaciones al cumplir un año en la compañía, pero es la cultura organizacional la que dirá si las normas son así de claras en la práctica. ¿La gente se toma todos los días de una sola vez? ¿Eso es bien visto? ¿No hay problema en pedir las vacaciones antes del año? ¡Observa y luego pide!

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