Para desarrollar una carrera es necesario respetar los tiempos y las etapas

Por Robert Half on 17 de enero 2017

Recientemente, en una videoconferencia de Robert Half, una persona comentaba que estaba insatisfecha porque había sido ascendida, pero ello no se había visto reflejado en su sueldo. Le comentaron que en un futuro podría haber un cambio en el salario.

Luego de un año de trabajo y de haber cumplido todos los objetivos para recibir ese reajuste, como se le había prometido, no se procedió a lo acordado. Esto no es algo que le pase a una sola persona, le sucede a muchas.

Las ganas de querer desarrollar una carrera y de ocupar cargos altos al interior de la empresa son cada vez más importantes para las personas, pero muchas veces eso viene acompañado de ansiedad que puede ser muy perjudicial para lo que se está buscando. En el caso señalado, donde no sabemos qué fue lo que se le prometió a la persona, la discusión puede ser un poco más amplia. Por lo general, no es inusual que las compañías promuevan a empleados o les aumenten el sueldo año a año.

¿Cuánto tiempo permanecer en el mismo cargo?

Después de un cambio de cargo o un aumento de sueldo, la compañía espera que el empleado tenga una madurez profesional en la nueva posición asignada o que entregue proyectos de un nivel más elevado, que le permitan mostrar que está apto para asumir nuevas responsabilidades. El período del cual estamos hablando es relativo, generalmente puede tomar unos dos años, pero en momentos difíciles como en los que estamos, el nuevo puesto podría llegar incluso a demorar unos tres años.

La generación de los baby boomer corresponde a los padres de aquellas personas que están desarrollando hoy una carrera profesional en ascenso; ellos podían pasar 20 o 30 años en una empresa sin alcanzar un puesto de jefatura o gerencia.

En la misma videoconferencia, otro candidato aseguró que no podía estar mucho tiempo haciendo lo mismo y que necesitaba constantemente nuevos desafíos, por lo que ya había trazado un plan para desarrollar su carrera. A los 20 años era analista, cerca de los 30–35 sería director y luego, a los 40, buscaría ser presidente. Una vez que terminó de exponer su ideal de desarrollo de carrera, el conferencista le preguntó: “Si a los 40 quieres ser presidente y la expectativa de vida hoy, en promedio, es hasta los 80 años, ¿qué vas hacer los 40 años restantes? ¿Cuál será tu desafío?”.

La motivación por crecer y desarrollarse profesionalmente siempre es válida. Sin embargo, es muy importante respetar los tiempos de cada etapa. No es que las personas deban o tengan que conformarse, tampoco sentir que se están estacando. Una carrera exitosa se construye a través de la disciplina y la paciencia, siempre dando un paso a la vez.

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