
¿Trabajarías en una empresa con mala reputación? Actualmente, la tendencia es que los profesionales buscan trabajar en empresas que reúnan una serie de condiciones que van más allá del salario. Entre ellas se destaca el employer branding, cuyo objetivo es mantener a los trabajadores contentos y que esto repercuta en la imagen que la empresa proyecta a sus trabajadores.
El desafío para este concepto, surgido hace ya cuatro décadas, es justamente enfrentar otra realidad entre los jóvenes profesionales y talentos, la de cambiarse constantemente de trabajo y no generar arraigo en las empresas donde se desempeñan.
No es casualidad entonces que la mayoría de los líderes de RRHH coincida en que el employer branding aumenta significativamente la capacidad de atraer a los empleados adecuados, por lo que presentamos algunas recomendaciones que las empresas deben tener cuando elaboran sus estrategias de employer branding.
¿Cuáles son los objetivos?
Lo primero que una empresa tiene que considerar es que necesita definir objetivos claros para crear la imagen que desea tener. A partir de eso se crea la estrategia de employer branding, la cual debe corresponder a los objetivos, como por ejemplo, lograr contratar profesionales más talentosos, aumentar la cantidad de candidatos para los puestos disponibles, entre otros.
¿Cuál es el perfil de trabajadores que queremos?
Dentro de los objetivos, es fundamental establecer qué perfil de profesionales pretendemos tener dentro del equipo. ¿Deben tener experiencia o queremos que estén recién comenzando? Todas las interrogantes que tengan relación con el tipo de personas que conformarán el equipo y sus habilidades deben ser evaluadas para luego incluir esa información en la estrategia que se utilizará.
¿Qué trabajadores tenemos?
Si pretendemos contar con los mejores talentos para una empresa, es imprescindible conocer también a quienes ya integran el equipo, en términos de sus motivaciones y expectativas. Eso ayuda a definir mejor qué hacer y qué mejorar para que la imagen de la empresa sea la deseada.
¿Cómo comunicar de manera eficiente?
Podemos definir el perfil de profesionales que deseamos tener. Conocer a quienes ya forman parte de la empresa. Tener la estrategia mejor pensada y aplicada. Sin embargo, si no comunicamos de manera eficiente y planificada, el éxito estará en entredicho. Por eso, las empresas tienen que generar planes de comunicación que difundan sus valores y actividades, haciendo pública su imagen, pero siguiendo lo que fue definido en la estrategia de employer branding.
¿Cómo convertir a los trabajadores en portavoces?
Por más eficiente que sea la empresa en la implementación de un plan de comunicaciones, si son sus propios trabajadores quienes hablan de lo valioso que es trabajar en ese lugar, el peso es totalmente diferente. Cuando la empresa logra la aprobación y el genuino sentimiento de pertenencia de los profesionales que la integran, no existe mejor instrumento de difusión y de generación de una imagen potente para atraer y conservar talento.
¿Cómo medir los resultados?
Definir una estrategia y trabajar sobre ella toma tiempo y recursos que siempre son escasos o acotados. Por lo tanto, no hacer un seguimiento del proceso ni comprobar si los objetivos se cumplen son errores que no están permitidos.
Las empresas tienen aquí una obligación que se relaciona con la medición de los resultados que la aplicación de una estrategia va obteniendo, lo que permite corregir sobre la marcha, hacer ajustes y encaminar el trabajo hacia los objetivos trazados. Solo así, es posible saber si se están alcanzando las metas propuestas y si el employer branding está funcionando o no.